La danza, y en particular el ballet, está representada por hermosas formas y líneas corporales, muchas de las cuales se deben a la flexibilidad. En toda su belleza, el ballet es una forma de arte basada en movimientos estandarizados, pasos estilizados y técnicas tradicionales que los bailarines han transmitido durante más de 300 años.
La capacidad de lograr posiciones aparentemente imposibles es esencial y una parte integral de la forma de arte. La instalación de un bailarín es su principal herramienta para poder alcanzar estas posiciones y comunicarse a través de sus movimientos. Por lo tanto, excelentes niveles de flexibilidad, o rango de movimiento (ROM), son imprescindibles para maximizar la versatilidad del movimiento. Las posiciones articulares extremas típicas incluyen flexión de la cadera, extensión y rotación hacia afuera, extensión de la columna vertebral y flexión plantar del tobillo.
La flexibilidad de las articulaciones es esencial para que los bailarines puedan realizar las posiciones correctas, ejecutar los pasos con facilidad y satisfacer las demandas coreográficas.
Para más información sobre las técnicas de estiramiento para bailarines, visite la Asociación Internacional para la Medicina y la Ciencia de la Danza www.iadms.org
