Los ballets de Pyotr Ilyich Tchaikovsky son quizás los más reconocidos alrededor del mundo.
Entre sus obras se encuentran: El Cascanueces, El Lago de los Cisnes y La Bella Durmiente, los cuales son considerados algunos de los más hermosos.
El lago de los Cisnes
Sin duda alguna, el ballet más reconocido de la historia, inmortalizado cientos de veces a través de grandes bailarines como Margot Fonteyn o Nureyev. Es considerado el Santo Grial del ballet debido a la complejidad coreográfica y la expectativa de la audiencia.
Estructurado en cuatro actos, fue encargado por el Teatro Bolshói en 1875 y se estrenó en 1877. En la producción original, la coreografía fue creada por Julius Reisinger. El libreto se cree que fue escrito por Vladímir Petróvich Béguichev y Vasily Geltser basándose en el cuento alemán Der geraubte Schleier (El velo robado).
El Cascanueces
El cascanueces es un cuento de hadas-ballet estructurado en dos actos. Éste fue encargado por el director de los Teatros Imperiales Ivan Vsevolozhsky en 1891 y estrenado en 1892. En la producción original, la coreografía fue creada por Marius Petipa y Lev Ivanov. El libreto fue escrito por Ivan Vsevolozhsky y el propio Petipa basándose en la adaptación de Alejandro Dumas (padre) del cuento.
La Bella Durmiente
La Bella Durmiente es un cuento de hadas-ballet estructurado en un prólogo y tres actos, fue encargado por el director de los Teatros Imperiales Ivan Vsevolozhsky en 1888 y estrenado en 1890. En la producción original, la coreografía fue creada por Marius Petipa y la escenografía fue concebida por Ivan Vsevolozhsky. El libreto fue escrito por Ivan Vsevolozhsky y Petipa basándose en el cuento La bella durmiente del bosque. Fuente fahrenheitmagazine
