El interés por la danza clásica crece año tras año, abarcando cada vez un círculo más amplio de conocimientos generales, clases, actuaciones frente al público y destacada vida social. Es muy positivo, y necesario, que las alumnas o las bailarinas desarrollen su trabajo con entusiasmo y entereza, respeto y compañerismo entre ellas.
Un buen ambiente propulsa cualquier actividad con entusiasmo e interés. Si la plantilla trabaja a gusto, la empresa crecerá y se hará más fuerte. Es la base de mi educación y, en pocas palabras, del camino recorrido.
«La felicidad humana no es producto de los grandes acontecimientos de la vida, sino de las pequeñas vivencias cotidianas«, escribió Benjamin Franklin en su autobiografía. Seamos felices …. A bailar !!!!!!!! ❤
