Las consecuencias de dejar de hacer ejercicio pueden ser peores de lo que se creía.
La primera, ¡que te guste! Si consigues encontrar una actividad física con la que disfrutes y además cumplas tus objetivos, no habrá quien te haga saltarte tu momento ejercicio.
Aquí tienes muchos más consejos para que esta vez sí vayas al gimnasio.
Mucha de la gente que se apunta a un gimnasio, sobre todo a principios de año, abandona a las pocas semanas , incluso a los pocos días. ¿Te ha pasado a ti? La razón está, más que en lo duro o aburrido que supuestamente resulta hacer ejercicio, en una mala elección de la actividad, de la periodicidad de las sesiones y del conjunto del entrenamiento.

¿Apuntarte a un gym está entre tus buenos propósitos de 2102? Si esta vez quieres conseguirlo, sigue los consejos que te damos.La mejor manera de conseguirlo es saber la cantidad de beneficios que te va a aportar hacer ejercicio. ¿Tu vida es tan sedentaria y has ganado tanto peso que no puedes hacer muchas de las cosas que te gustaría? Jugar con tus hijos, viajar, subir escaleras, ponerte la ropa que te gustaría, dejar de tener dolores de espalda, sentirte ágil Apúntalo todo en una lista y compáralo con los beneficios que te proporcionará hacer ejercicio.
Aquí tienes unos cuantos:
- – Perder peso y volumen
- – Mejorar la forma de tu cuerpo y endurecerlo
- – Sentirte más fuerte y ágil en tu día a día
- – Evitar enfermedades cardiacas, circulatorias, obesidad o diabetes
- – Volver a tener energía y ganas de hacer cosas
- – Mejorar tu autoestima y tu tono vital, sentirte más alegre
- – Combatir el estrés y la ansiedad
- – Prevenir y solucionar problemas de espalda
¿Estás convencida ya de que quieres conseguir todos estos beneficios? Entonces sigue leyendo. Si quieres ser constante con el ejercicio tienes que saber desde ya que no podrá ser algo que hagas de vez en cuando (sobre todo porque tendrías que volver a soportar las agujetas), sino un hábito que forme parte de tu vida.
¿Suena excesivo? No te lo parecerá cuando empieces a disfrutar haciendo ejercicio y veas los beneficios en tu cuerpo y en tu salud y los grandes cambios positivos que ocurrirán en tu vida.
Podrás cambiar de actividad si te aburres, dejar el gym y hacer ejercicio al aire libre, tomarte descansos, dar paseos o buscar actividades lúdicas que te permitan moverte, como bailar, pero el ejercicio deberá estar siempre en tu vida. Y deberá ir cambiando, adaptándose a tu edad y a cada momento de tu vida: embarazos, lesiones, períodos de mucho desgaste, vacaciones, menopausia.
¿Sigues teniendo claro que quieres apuntarte a uno? Entonces busca los que estén más cerca de tu casa o de tu trabajo, si es posible, que puedas ir andando. Ve a todos, los comerciales te acompañarán a ver las instalaciones e incluso podrás probar las clases o entrenar durante un día sin compromiso. Hazlo y fíate de tus primeras impresiones y de tu instinto: los profesores deben ser buenos, pero debes sentirte a gusto desde que cruces la puerta, como cuando vas a ver un piso nuevo y te sientes en casa.
Explícale al comercial o un técnico deportivo cuáles son tus objetivos y pregunta qué tipo de ejercicio o actividades te recomiendan hacer. A no ser que tengas un flechazo con ese gimnasio, no te apuntes aún. Llévate a casa un horario o entra en la web y estudia las clases o actividades que te interesan y si el horario te va bien y es cómodo para ti, si tienes que ir corriendo, madrugar demasiado o irte a casa muy tarde, puede que abandones.
¿Ya has escogido? Aprovecha las ofertas y apúntate, si es posible, por tres o cuatro meses. Pagar por adelantado una cuota de un año puede ser un compromiso a largo plazo que te abrume.Hacer ejercicio es fabuloso para mejorar la salud y las condiciones físicas, pero si no cuidas tu alimentación te será difícil adelgazar. Evitar las grasas, los azúcares y el exceso de hidratos de carbono hará que veas mucho más rápido los efectos del ejercicio en tu cuerpo. El día que vayas a ir al gym es perfecto para comer pasta, arroz o legumbres.
Por la noche procura cenar ligero e incluir una fuente de proteínas saludables, como pescado, pollo o huevos. Justo después de entrenar tu organismo está en el mejor momento para asimilar nutrientes, pero no un cigarro, una cocacola o un donut, sino un batido de yogur, una barrita de cereales o un plátano.Ya estás apuntada, así que antes de empezar, decide cuántos días y horas semanales vas a ir. Sé realista, si vas todos los días, seguramente no dures más de una semana. Comienza yendo dos días en semana o de forma alterna, y sólo una hora cada día para no agotarte.
Dosifica tus fuerzas. Esto es lo más importante si no quieres abandonar rápido y llena de agujetas. Tienes que empezar con actividades suaves, da igual que los demás hagan dos clases de spinning seguidas o corran una hora en la cinta. Tú estás empezando y tu cuerpo necesita hacer un montón de adaptaciones fisiológicas de forma progresiva.
Ejercicio suave. Una clase de pilates, tai chi o body balance, una sesión de tonificación muscular en la sala con poco peso, veinte minutos haciendo elíptica, caminando en una cinta o haciendo bici. Media hora nadando o una sesión de fitball Empieza por lo más suave, tienes todo el año por delante para convertirte en superwoman.
Las agujetas. Serán más flojitas si empiezas con actividades suaves y sólo desaparecerán cuando tu cuerpo vaya logrando cierto nivel de entrenamiento, es decir, haciendo más ejercicio. Así que no dejes pasar más de un día entre sesión y sesión para que las agujetas desaparezcan rápido.
Habla con los expertos. Si no sabes qué tipo de ejercicio es el mejor para tus objetivos, tus gustos o tus problemas de salud, pregúntale a los técnicos deportivos del gimnasio. Y hazles caso si te recomiendan empezar con poco peso, ejercicios más sencillos o menor intensidad, no quieras hacer lo mismo que los alumnos que llevan más tiempo que tú.Pregunta en tu gimnasio por los bonos de entrenamiento personal, es la mejor forma de entrenar con una motivación extra y con un plan de entrenamiento hecho a medida. Si resulta demasiado caro puedes contratar algunas sesiones y combinarlo con las clases y ejercicios que te recomiende hacer en el gimnasio.Una vez que has seguido todas las recomendaciones que te hemos dado, queda encontrar el tipo de ejercicio que te resulte más agradable, que no te resulte aburrido ni demasiado duro. Para encontrarlo, tendrás que ir probando las diferentes clases que haya en el horario, el entrenamiento en sala o las sesiones de coaching personal.
A veces no sólo se trata del tipo de actividad sino del profesor. Es importante que conectes con él, que sepa motivarte y te haga sentir bien en clase. Así que tómate tus primeras semanas en el gym como un tiempo de prueba para ir probando y descartando hasta quedarte con lo que más te guste.
Entrenamiento equilibrado. Para que tu entrenamiento sea completo debe incluir tanto ejercicio de tonificación muscular (body pump, pilates, máquinas) como cardiovascular (máquinas elípticas, spinning, aeróbic, baile). Y cuanto más variado sea, mejor, así no te aburrirás.
Pequeños placeres. El gimnasio puede ofrecerte muchos momentos de placer que lo conviertan en el mejor momento del día, en tu vía de escape y el lugar donde desconectas del mundo. Por ejemplo, en el spa después de una sesión de entrenamiento. Una clase de yoga, de body balance, de stretching o de body jam también puede ser un auténtico placer. Fuente Terra Mujer / Amalia Panea
